"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Pan ácimo de Magdala


El pan ácimo es aquel que se elabora sin levadura. 
Su masa es una mezcla de harina de algún cereal (trigo, cebada, maíz) ... y agua con un pellizco de sal.
Por mucho tiempo el pan ácimo fue el único que conocía la humanidad.
Se preparaba con harina integral, y se cocinaba poniendo la masa sobre piedras o cenizas calientes.
Posteriormente el pan ácimo fue evolucionando hasta convertirse en muchas de las variedades de pan que conocemos hoy en día. 
Esa evolución se dio gracias a que se inventaron los hornos, se descubrió la levadura y las harinas comenzaron a ser refinadas.

Magdala es un paraje de la antigua Palestina citado en la Biblia (en el Nuevo Testamento). Se ha asociado con al menos dos lugares y se dice que María Magdalena nació en esa localidad.


He llamado así a estos panes por su significado religioso, y eso que yo no venero ninguna, pero me resultan curiosas estas leyendas:

"Para judíos y cristianos el pan ácimo tiene un significado especial. La tradición judeocristiana cuenta que el pueblo de Moisés salió huyendo intempestivamente de Egipto, sin mucho tiempo para terminar de preparar el pan, por lo que durante el viaje hacia Israel el pan que se consumió era pan ácimo. Por ello los judíos elaboran un pan ácimo llamado Matzá para ser consumido durante la conmemoración de la salida de Egipto, conocida como Pésaj. Los cristianos católicos emplean durante la eucaristía una especie de pan ácimo en forma de oblea llamada hostia..."

Su preparación además es bien sencilla y rápida, sin tiempos de espera ni complicadas masas que no suben, únicamente necesitamos un horno convencional y 40 min. que es lo que tardará en cocerse.

Para 5 panes yo utilicé:
680 gr. de harina, 400 ml. de agua templada y 12 gr. de sal.

Ponemos a precalentar el horno a 200º y mientras mezclamos en un bol la harina con la sal y el agua hasta conseguir una mezcla completamente homogénea, removiendo con una cuchara de madera.


Cubrimos nuestra bandeja de horno con papel para hornear y hacemos los montoncitos que necesitemos del tamaño deseado.
Y les damos el toque Magdala:
Espolvoreamos un poco de curry por encima, hacemos unos cortes en la superficie en forma de cruz y añadimos unas pipas peladas.
Horneamos a altura media-alta con calor sólo por abajo unos 30 minutos.


Luego hornearemos 10 minutos mas con calor arriba y abajo.


Dejamos enfriar y listo.


El resultado es un pan con muy poca miga, ni apto para mojar, aunque si os gustan las tostas crujientes es el ideal y regadas con un poquito de aceite crudo de oliva.

Ya me contareis con qué lo acompañáis vosotros.

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