"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tarta pasión de chocolate


Iba a ser el cumpleaños de mi hermana Montse, y había empezado a rebuscar entre las recetas pendientes una tarta que poder llevarla, pero como dice el refrán "El hombre propone y Dios dispone". La vispera de su cumple iba a ir, a la salida del trabajo, a comprar su regalo y por la noche tenía previsto hacerla, pero en esto que suena el teléfono y "Mamí ¿te puedes quedar con la peque?"

Yo había quedado con otra de mis hermanas en un Centro Comercial, y a la mitad de las compras mi hija se presentó con Sofía y allí mismo me la dejó. Había realizado varias compras y mi hermana también, y a la hora de irnos le pedí que me acompañase al coche para no dejar a la niña suelta mientras cargaba el maletero (el carro de la niña lo estaba utilizando para transportar los paquetes) ¡Menos mal! Ninguna de las dos fuimos capaces de cerrar el dichoso carro. Intentamos dar a todas las palanquitas habidas y por haber y nada. Vaciamos el maletero e intentamos meter la silla sin cerrar, pero.. ¡Cachis...! sobraban 5 cm de rueda o de mango. A todo esto Sofía sentada en la silla portabebes del coche se empezaba a impacientar. Llamo por teléfono a mi hija... ¡comunicando!. Llamo por teléfono a mi marido... ¡buzón de voz!.



Durante las vacaciones habíamos tenido a la niña, pero el carro utilizado era el de uno de mis sobrinos, y este modelo no se parecía en nada.

Al final mi sobrino Nicolás de 11 años dijo ¿Puedo intentarlo yo? ¡Y cerró el carro sin problemas!

Cuento esto porque llegué tarde a casa, la niña cenó tarde, se durmió tarde y no pude preparar la tarta elegida, pero..... Me levanté super temprano y me dije esa no va a poder ser, pero seguro que hay otra que si que da tiempo a preparla, a enfriarla y a llevarla de viaje (En ese momento mi hermana estaba todavía terminando el verano en la sierra de Madrid).

Dicho y hecho, busqué los siguientes ingredientes y me dispuse a preparar una tarta que había visto hace años en la revista ¡Hola!:

Para la tarta:

250 gr. de chocolate negro
4 huevos
180 gr. de azúcar
50 gr. de Maizena
125 gr. de mantequilla

Para la cobertura:
160 gr. de chocolate 70% de cacao
200 ml. de nata líquida
30 ml de aceite de oliva
Azúcar glas

La receta es muy facilita, hay que rallar el chocolate y mezclarlo con el azúcar, la maizena, la mantequilla derretida y los huevos.

En un molde desmontable, se forra la base con papel manteca y se incorpora la mezcla que horneamos durante 25'


Pasado este tiempo, pinchamos el centro para comprobar que ha cocido bien y dejamos enfriar sobre una rejilla.


Preparamos la cobertura rallando el chocolate y reservando. En un cazo llevamos la nata a ebullición  y retiramos del fuego, incorporando en ese momento el chocolate, mezclamos con cuidado hasta obtener una crema lisa y añadimos el aciete, mezclamos de nuevo.


Echamos la mezcla por encima de la tarta, empezando por el centro y cuando tengamos cubierta toda la parte de arriba quitamos el aro con cuidado para que caiga el chocolate por los bordes.


Dejamos enfriar en la nevera (yo sólo la pude tener 2 horas, pero cuando llegué a la sierra la volví a meter al frigo hasta la hora del postre)


Recortamos los bordes sobrantes de la cobertura


Y espolvoreamos con azúcar glas



La tarta es para choco-adictos (como mi marido es uno de ellos se puso muy contento), está muy buena Y si tomamos un trocito pequeño es ideal para acompañar el café.



¡Os animáis!


Bon Appétit Imprime esta receta