"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Trifle


Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de julio nos invita a preparar un postre clásico británico: trifle

Cuando leí la propuesta no había oido nunca hablar de este postre inglés, pero el resultado ha gustado tanto en mi casa que seguro que se va a convertir en habitual.

El trifle es un postre hecho con distintas capas de bizcocho, zumo, fruta y crema custard. Buscando en libros e Internet, he visto que hay gente que usa algún tipo de licor, y últimamente se le añade nata.


La primera capa siempre es bizcocho humedecido con algún zumo o licor, luego lleva fruta, luego la crema o natillas y así si se quiere se pueden ir alternando capas. Mis Trifles solo tienen una capa de cada y esto es lo que he utilizado para 6 Trifles:

Ingredientes:

6 magdalenas valencianas, 2 melocotones, 2 naranjas de zumo, 100 gr. de melón en azúcar, 200 ml. de nata para montar, 350 ml de natillas (hice 500 ml, pero me sobraron), 50 gr.  de almendras picaditas


Lo primero es trocear las magdalenas e ir cubriendo con ellas el fondo del recipiente. Exprimimos las naranjas, y con el zumo rociamos las magdalenas para que empapen bien.


A continuación picamos los melocotones en trozos no demasidado grandes y los colocamos encima de las magdalenas. Luego añadimos los trocitos de melón en azúcar. Estos son del estilo de la fruta escarchada, pero con bastante menos azúcar y más sabor a fruta.


Preparamos unas natillas con medio litro de leche, dos huevos y azúcar al gusto (me sobró un platillo) y se añaden en caliente hasta que cubran la fruta troceada. Y metemos en la nevera a enfriar.


Montamos la nata con azúcar glas al gusto. en mi casa particularmente no gusta la nata excesivamente dulce, por lo que yo para los 200 ml. de nata eché una cucharada sopera.


El postre, como me ocurre a menudo, tenía que viajar hasta casa de uno de mis hijos, y no es precisamente un postre transportable, así que busqué unas tazas de cristal que tengo que llevan un soporte metálico para que pudiesen viajar en condiciones, las envolví completamente y apretaditas en film de cocina y al coche.


Cuando llegué, esta vez sin contratiempos, a casa de mi hijo, cubrí con nata cada tacita con la nata montada y repartí por encima las almendras picadas gruesas.




Como he dicho anteriormente, a mi familia les gustó mucho este postre ¿Y a vosotros? ¿Os anímais a probarlo?



Bon Appétit



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