"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Magdalenas de La cajita


¡Que no nos rendimos, que no que no!.

Nieves y yo somos ante todo perseverantes, y basta que algo no salga para que volvamos una y otra vez a la carga. Las dos teníamos un fracaso común…. Las magdalenas. Nieves no las había hecho nunca y yo lo había intentado una vez hace mucho tiempo.



Tenemos algún ejemplo, unas magdalenas derrotadas que querían escapar a toda costa del papel tan mono de flores en el que las había metido y acabaron desparramadas por toda la bandeja del horno, eso sí , salieron esponjosas.



Y como la unión hace la fuerza, decidimos hacer esta vez unas magdalenas entre las dos. Nos pusimos las pilas, y entre chuflas nos encerramos en mi cocina.

Con 140 gr. de harina, 100 gr. nueces. 50 gr de avellanas, 150 gr- de azúcar, 1 sobre de levadura, 1 vaso pequeño de leche y tres huevos nos pusimos a la tarea.

Yo me puse a moler las nueces y las avellanas hasta conseguir una textura fina.


Mientras Nieves en un bol batia los huevos con la leche.


Ahora había que mezclar el harina, la levadura, el azúcar y los frutos secos finamente molidos


Ahora incorporamos toda esta mezcla a la mezcla de huevo y leche mezclando con cuidado.


Y esta vez ponemos los moldes de papel para magdalenas DENTRO de un molde metálico también para lo mismo.

Metemos en el horno previamente calentado a 180º


Y esta vez siiiiiiiiiiiiiii que tenemos unas magdalenas esponjosas y con forma, así que decidimos que en pocos días hariamos más.


Está demostrado que la unión hace la fuerza, je, je..


Bon Appétit


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