"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Croquetas mar y tierra


Las croquetas, al igual que otras recetas populares, admiten cantidad de ingredientes y formas, pero la base principal es una buena salsa bechamel.

La salsa bechamel es originaria de Francia, y para elaborarla básicamente se utiliza leche, mantequilla, harina y sal. En un principio, esta salsa no se elaboraba con leche, sino con caldo.

Para elaborar una buena bechamel, lo principal es no tener prisa. Esta salsa hay que trabajarla con paciencia, removiendo sin parar para conseguir que sea cremosa, sino, lo único que conseguiremos será un engrudo, que nos dejará de fondo el sabor a harina.

Esta salsa sirve para acompañar múltiples platos, pero si elaboramos una bechamel más espesa, podemos formar con ella las exquisitas croquetas, que son un recurso estupendo para convertir las sobras que duermen en la nevera, en un plato completamente transformado.



Y eso fue precisamente lo que hice el otro día. Venían los chicos con sus respectivos a comer, y pensando que poner de aperitivo, me acordé que había comprado un paquete de 500 gr. de espinacas lavadas para hacerlas en ensalada y había consumido sólo la mitad, por lo que las junté con un paquete de gambas peladas que llevaba cerca de un mes en el congelador y me dispuse a preparar unas croquetas mar y tierra.

Ingredientes: 
  • 250 gr. de espinacas
  • 250 gr. de gambas peladas
  • 3 cucharadas soperas colmadas de harina
  • 3/4 de litro de leche
  • 3 cucharadas soperas de mantequilla (aunque yo usé aceite de oliva, pues no uso mantequilla)
  • sal
  • 1 huevo grande
  • Pan rallado
Elaboración:

Hay que cocer las espinacas conabundante agua para que se eliminen los nitratos. Las espinacas se cuecen enseguida, y en cuanto estén las escurrimos y las pasamos por la batidora.

Preparamos la bechamel poniendo primero el aceite o la mantequilla en una sartén a fuego medio, e incorporando inmediatamente el harina. Mezclamos bien y vamos removiendo, hasta que todo el harina esté impregnada en aceite o mantequilla, y entonces vamos incorporando la leche muy poco a poco (yo tardé 20’), removiendo sin parar con una cuchara de madera para que vaya ligando. Es muy importante no volver a incorporar harina si nos queda muy líquida la bechamel, porque entonces sabrá toda ella a harina cruda. Si esto pasa, lo que hay que hacer es dejar que siga cociendo un poco más y terminará espesando, eso si, siempre sin dejar de remover. A mitad de la preparación de la bechamel, incorporamos el puré de espinacas y mezclamos bien.


Cuando ya tenemos la bechamel preparada añadimos en el último minuto las gambas peladas.


Ponemos la salsa a enfriar. Cuando la salsa ya está fría, damos forma a las croquetas. Yo lo hago con dos cucharas soperas, mi madre con cucharas de postre (tiene más paciencia). Luego pasamos las croquetas primero por harina, luego por huevo y por último por pan rallado


y freímos en abundante aceite caliente.


Las sacamos y las dejamos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa y servimos inmediatamente, aunque frias también están deliciosas.


Espero que os gusten.


Bon Appetit
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