"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Licinia; excelente apuesta para la D.O. vinos de Madrid


La D.O. vinos de Madrid, no es muy conocida, al menos no es una de las que elegimos a la hora de regar con un buen caldo una ocasión especial, pero para mi grata sorpresa he podido comprobar, por puro azar, que tiene muy buenos vinos. Yo ya conocía el Tagonius, de Tielmes, desde su vino joven, que es fácil de encontrar para tomar una copa en algunos bares, hasta el reserva, un excelente vino que nos recomendaron para acompañar carnes rojas.


Pero esta vez quiero resaltar éste al que dedicamos este post, que descubrimos, también dejándonos aconsejar, para acompañar un "rodaballo con salsa de pimientos" y un "steak tartar de atún". 
El sumiller nos lo recomendó porque había sido "nariz de oro".
Al principio yo era un poco reacia ya que se trataba de la cosecha 2008, que no es de las mejores, pero en esta ocasión me equivocaba, resultó la mejor elección.
La primera nota de diferencia y que ya nos cautivó la encontramos antes de descorcharlo, en la propia botella, en el diseño de su etiqueta, nos percatamos enseguida de que el dibujo de la etiqueta delantera es el recorte de la trasera donde tenemos escrita repartida por toda la forma, la información necesaria de este vino y su bodega de Morata de Tajuña.
Al descorchar emanan efluvios afrutados, se muestra fuerte en nariz, intenso con notas florales, teniéndose que oxigenar o decantar para airearlo...
En boca es suave, afrutado y persistente.
Un vino cálido pero con un cuerpo de 14 grados y medio...
Todo un lujo para nuestra Comunidad.
Podemos estar orgullosos de los buenos caldos que ofrecen las viñas de Madrid.



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